La casa de Andrés y Natasha es una joya que encontramos, y la recomendamos absolutamente a cualquiera que esté buscando una escapada tranquila (no en la parte más popular de Tenerife). ¡Las vistas del océano, el amanecer y las noches de cielos despejados fueron realmente increíbles! La playa de arena negra se encuentra a poca distancia a pie, así como Radazul, que está a unos cuantos metros, un buen lugar para hacer snorkel si estás interesado. En definitiva, si venimos a Tenerife, volveríamos aquí sin dudarlo. Tres días se nos quedaron cortos para disfrutar de la experiencia.